mi amiga Claudia, que vive en Santiago de Chile, me manda esta minicrónica del terremoto:
Sí, todos bien por aquí, familia y amigos. Menos mal. Tengo una cuñada en Concepción que está aislada y sin poder salir pero bien. A ver, siguen las réplicas del tempblor, acabo de sentir una, por ejemplo De esta descripción se deduce que tanto Claudia como yo somos un par de frívolos: estoy seguro de que me hubiera encantado pasarlo si no me hubiera ocurrido nada. Dicho esto, siento infinito la desgracia ajena.
Pero no veas qué sustoooooooo hemos pasado. Se movía TODO, se veían rayos y centellas en el horizonte por las torres de electricidad caídas... la casa moviéndose entera, la cama igual a El Exorcista, cosas cayendo por toda la casa, ruidos extraños, perros ladrando, las alarmas de los coches disparadas.... muy fuerte! era como de película, una cosa sobrenatural y fascinante a la vez, yo no podía dejar de mirar afuera desde la ventana, ni siquiera me dio por gritar o correr, sólo veía hipnotizada los árboles y la calle y la acera y los coches, todo moviéndose! La calle ondulaba! Una pasada. Yo lo pasé muy bien, no sé, como en un parque temático REAL, con miedo y gozo, aunque me de vergüenza reconocerlo en vista de la tragedia en otros lados. Es que mi casa es super fuerte y en realidad sólo se nos rompió un florero porque igual tenemos pocas cosas. Pero otra gente la pasó de verdad muy mal.
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