¿Quién es Juan? / e-life

Dando clase en el Master en Internet Business (MIB)

Ayer estuve dando una clase sobre marketing de resultados en el MIB (Master en Internet Business) y recuperé el placer de hablar con gente, de enseñar y esa cosa que me pasa a mi y a mucha otra gente, que es que cuando me dan el micrófono no lo quiero soltar.

La clase estaba compuesta mayoritariamente por profesionales de la publicidad, supongo que en pleno reciclaje, y gente con ganas de montase su propio proyecto. Mi charla era fácil que gustase, trata sobre una de las cosas que más le gusta a todo el mundo, el dinero, y básicamente, como conseguirlo a vendiendo en Internet.

No sé si me van a dejar colgar la presentación que hice en Slideshare, pero si es que sí la colgaré para que quien quiera le pueda echar un ojo. En cualquier caso, salí encantado, sobre todo después de que una alumna me dijera que era la mejor clase que habían tenido en lo que llevaban de master. Egotrip.

el terremoto de Chile en primera persona

mi amiga Claudia, que vive en Santiago de Chile, me manda esta minicrónica del terremoto:

Sí, todos bien por aquí, familia y amigos. Menos mal. Tengo una cuñada en Concepción que está aislada y sin poder salir pero bien.
Pero  no veas qué sustoooooooo hemos pasado. Se movía TODO, se veían rayos y centellas en el horizonte por las torres de electricidad caídas... la casa moviéndose entera, la cama igual a El Exorcista, cosas cayendo por toda la casa, ruidos extraños, perros ladrando, las alarmas de los coches disparadas.... muy fuerte! era como de película, una cosa sobrenatural y fascinante a la vez, yo no podía dejar de mirar afuera desde la ventana, ni siquiera me dio por gritar o correr, sólo veía hipnotizada los árboles y la calle y la acera y los coches, todo moviéndose! La calle ondulaba! Una pasada. Yo lo pasé muy bien, no sé, como en un parque temático REAL, con miedo y gozo, aunque me de vergüenza reconocerlo en vista de la tragedia en otros lados. Es que mi casa es super fuerte y en realidad sólo se nos rompió un florero porque igual tenemos pocas cosas. Pero otra gente la pasó de verdad muy mal.

A ver, siguen las réplicas del tempblor, acabo de sentir una, por ejemplo

De esta descripción se deduce que tanto Claudia como yo somos un par de frívolos: estoy seguro de que me hubiera encantado pasarlo si no me hubiera ocurrido nada. Dicho esto, siento infinito la desgracia ajena.

mi primer y último pase de modelos

el jueves fui por primera vez a un pase de modelos en Cibeles, y espero que sea la última. Concretamente al de Antonio Alvarado, amigo de Eva.

Yo contaba con que iba a ser una cosa razonablemente minoritaria, glamurosa, divertida y bonita, pero no. Es como Fitur pero con gente más delgada.

Obviamente la mayoría de la gente que iba estaba muy interesada en la propia moda, industria que a pesar de haber visto 'el diablo viste de Prada' me sigue pareciendo una cosa bastante insustancial, pero el hecho de ver a montones de 'dedicated followers of fashion' convertidos en adefesios por mor de ir con lo ultimísimo, les sentara o no (lo más habitual) bien, me puso de un mal humor estético considerable, que se fue acrecentando a medida que hacíamos una cola pastoreada por un señor de Ifema que olía a sobaco que tiraba para atrás.

El pase en si resultó curioso, pero sobre todo por las modelos. No son seres humanos propiamente dichos, sino adolescentes altas y flacas, casi todas ocultando los granos de la pubertad bajo una gruesa capa de maquillaje, caminando como caballos trotones y tiesas como palos. La gente que luego se va a poner esa ropa no es como esas chicas, que en realidad ni siquiera están buenas. Viéndolas me acordé de la vez que preguntaron a un famoso, que se había ligado a una modelo, cómo le había ido con ella y contestó 'es la primera vez que duermo con una bicicleta'.

De hecho, si yo tuviera que poder elegir algo que realmente quede bien en alguien espectacularmente bello, se lo pondría a una chica de venititantos a cuarenta, de las que hay ejemplares bellísimos en cualquier bar de Madrid. 

El desfile en si duró veinte minutos, la ropa estaba fenomenal, y para afuera a una copa prácticamente obligatoria en el lounge que una marca de vodka había montado.

La parte buena empezó después, cuando acabamos en la cafetería del pabellón tomando copas con unos amigos y después, cuando para poder recoger cosas que alguien se había dejado en el cuartito que Alvarado tenía para vestir a las modelos y demás tuvimos que echar la puerta abajo de una patada. Como veréis cada día me gustan más las diversiones simples.

Mamá o el concierto de la sonrisa

Como no soy capaz de encontrar una crítica del concierto de Mamá en la Heineken el pasado 5 de Febrero de 2010, pues no me queda otra que escribirlo yo.

Lo primero es dar fe de una cosa que más o menos me sospechaba: Mamá nunca fue un grupo muy popular en su tiempo de gloria, o sea en los 80 del pop español, como si no se hubiera hecho pop después, y siguen sin serlo, a pesar de tener algunas de las canciones más pegadizas, bailables y molonas que yo he oído (Escóndete, Chicas de Colegio, Me diste el número equivocado) y la que para mi es la mejor canción escrita en los 80, Nada Más. 

Poco populares entonces y ahora, pero con unos seguidores fieles y entendidos, que tienen ahora todos algo más de 40 años y toda la pinta de pasarse las noches en La Fábrica o en el Susan cuando salen.

Llego, pues, a una sala en la que todo el mundo, o casi todo el mundo, es mayor que yo. Sorpresa, sorpresa. No hay ningún problema para llegar a la primera fila del escenario, porque casi todo el mundo prefiere quedarse cerca de las barras, o de la salida por si se le sale el fémur o lo que se les salga a gente entrando en la ancianidad que han bailado mucho de jóvenes.

Como Mamá conoce a su público, empiezan casi a la hora convenida, las 9, y si mal no recuerdo atacan tres de las canciones de su nuevo disco, que a pesar de que no las he oído apenas, puedo corear como si me fuera la vida en ello. Mi amigo López, que también vino, me dijo que Granados hace letras como las de los 80, en las que se mezclan conceptos y sensaciones ('humanoides de color'). Se ha explicado perfectamente, porque así es. 

El público está mayorcete y sólo un sector a nuestra derecha salta y se mueve. Nos mudamos con ellos y las cosas se calientan con 'escóndete' y 'un nuevo color'. Cancioncilla del nuevo disco y 'me diste el número equivocado'. Miro hacia atrás, todo el mundo está sonriendo que se les va a romper la boca. 

'Nada más' nos deja a todos afónicos y cuando van a acabar los bises nos vamos, dejando a unas 300 personas encantadas de haber ido. Yo, también.

España cada vez mola menos

no sé lo que pensáis vosotros, pero desde mi punto de vista todo el avance económico que ha tenido España en los últimos 20 años o así, nos ha costado un precio muy grande.

Yo solía vivir en un país en el que había mucha alegría de vivir, y mucha manga ancha con las actitudes individuales. Esa manera digamos despreocupada de ir por la vida tenía obvias desventajas: las calles estaban descuidadas (excepto si vives en Madrid que ahora están más descuidadas pero por el motivo contrario), había ruido y suciedad, y sitios cutres. 

Pero también había un mayor sentimiento de libertad, o de impunidad, o de estar jugando a un juego con menos reglas.

Hoy, mi país un poco cutre pero divertido ha cogido casi todo lo que venía de la mitificada Europa, empezando por su dinero, gracias, pero también en lo relativo a la reglamentación y al control ciudadano. Y hemos pasado de una situación en la que las pocas cosas que estaban prohibidas se cumplían al dedillo y se dejaba al sentido común ciudadano el resto de los temas. a un mundo en el que hay muchas cosas prohibidas y el resto, cada vez más, sólo se puede hacer si alguien te da permiso.

No sé explicarlo mucho mejor, es simplemente que la sensación de vivir en un barrio ha desaparecido completamente. Todo está penalizado. No se pueden tomar decisiones propias porque se pueden volver contra ti, y la presencia de las muchísimas autoridades con competencia (el ayuntamiento, la comunidad autónoma, el estado central, europa y obama) ahogan a la gente. O al menos me ahogan a mi.

Estoy cada vez más cansado de lo que está pasando, y la verdad, tengo muchas ganas de mudarme a Marruecos donde dudo que tengas siempre a alguien mirándote atentamente a ver si metes la pata. ¿Nos mudamos?

si te dedicas a la publicidad online, esto te interesa

Soy empresario, y tengo una empresa de publicidad en internet que se llama Red CPA, donde nos dedicamos a vender espacios publicitarios de terceros. Para hacerlo bien, usamos unos sistemas que se llaman Adservers, que son las máquinas que colocan y teóricamente optimizan los anuncios, y se ocupan de que no veas demasiadas veces la misma cosa, de buscar los sitios donde determinados anuncios funcionan mejor, etc. Nuestro adserver principal se llama OpenX, y es un sistema Open Source, que significa que lo desarrolla una comunidad de gente interesada en él, y que tiene una licencia de uso público, para que cualquiera pueda instalarlo, usarlo y no pagar nada.

OpenX está muy bien y hace muchas cosas, pero nosotros queremos más, así que llevamos mucho tiempo desarrollando herramientas que nos faciliten el trabajo y superar los inconvenientes que todo sistema tiene. Uno de los mayores problemas de OPenX es que su herramienta de reporting es muy mala, y a nosotros nos da mucho trabajo hacer cualquier reporte medianamente complejo.

Al ir desarrollando nuestro propio sistema de informes, nos hemos dado cuenta de que con muy poco de esfuerzo extra podíamos crear una solución web que cualquier usuario de OpenX puede usar, y de que lo podemos dar gratis.

Hoy hemos colgado en nuestra web un video estupendamente realizado por los chicos de Iconik.

La web está aquí, y el vídeo es este: 

Desembalando un Kindle

en CPA, siempre a la cabeza de la modernidad, nos hemos comprado un Kindle que, para el que no lo sepa, es un lector de libros electrónicos que deseaba ardientemente tener desde hace mucho mucho tiempo. 

Después de cuatro días mi Kindle ha llegado hoy, y siguiendo una tradición totalmente geek, he hecho unas fotillos del momento en que lo abro. Las fotos, absolutamente lamentables gracias a Blackberry están a continuación, pero antes una breve introducción:

1. No puedo dejarlo quieto. 

2. Se lee perfectamente bien, siempre se me olvida que no es una pantalla de ordenador, sino tinta (electrónica, pero tinta)

3. Amazon es la hostia y nada me da más rabia que saber que no soy capaz de hacer algo tan estupendamente bueno como eso.

4. La gracia del Kindle es que está conectado a la red telefónica por 3G creo, y te puedes bajar todo lo que quieras comprar desde el propio Kindle. No se paga nada por la conexión, está incluida en el precio.

La caja es la típica caja de Amazon

Pero cuando la abres ves que está hecha a la medida del Kindle

Debajo hay un mini manual

y debajo del manual un cable que sirve para cargarlo (y si te apetece, para conectarlo a tu ordenador)

cable que, lamentablemente, viene en formato americano

y lo mejor: cuando está apagado, como en esta foto, en la pantalla se sigue viendo una imagen, que no gasta batería porque no es una pantalla, sino como ya he dicho, tinta.     

alquiler, o la casera surrealista (y avariciosa)

dado que en Junio tenemos que abandonar nuestra estupenda oficina por necesidades de los caseros, ando buscando otro sitio por los alrededores.

Hace tiempo que tengo echado el ojo a un sitio que ya sé que es demasiado grande para nosotros, pero ayer pensé que valía la pena intentarlo por si suena la flauta con lo de la crisis, dado que lleva en alquiler al menos un año. Lo que sigue a continuación es una transcripción más o menos fiel de la conversación que tuve con la que imagino que es la dueña.

Ring ring

-(voz de señora mayor) ¿Dígame? 

-Hola, llamo para informarme sobre el local que alquilan en la calle Princesa

-¿No será usted el que llamó la semana pasada?

-No, no que va.

-Ah, bueno, es que como no me mandó el fax...Bueno, le cuento: ya sabe usted que este año el IPC ni sube ni nada, sino que lo bajan, con lo que suben las cosas en realidad, así que el contrato es a diez años con una subida fija del 7% anual.

-¿El 7%? Qué cosas...Bueno, pero ¿me podría decir cuántos metros tiene y sobre todo, cuánto es la renta? 

-Los metros, bueno, claro, tiene 800 y aire acondicionado, era una tienda, sabe.

-Ya. ¿Y la renta?

-Bueno, pero ¿qué clase de empresa tiene usted? ¿Tiene cuentas en bancos conocidos?

-Pues somos una empresa dedicada a la trata de blancas y al canibalismo ritualizado. ¿Me puede decir cuánto pretende cobrar al mes?

-Lo que es una vergüenza es lo del IPC, que claro, este año es que lo quieren bajar y todo.

-La renta, el alquiler, señora.

-Bueno, mire, para decirle cuánto queremos me tiene que mandar un fax con los datos de la empresa, de los socios, los bancos en los que tienen cuentas y una vez que yo vea que son de confianza, le digo cuánto es el alquiler.

-Pues muchas gracias, señora, pero en esas condiciones no me interesa saber más.

-Pero hombre, mándeme usted el fax al 9155633344412, a la atención de la Señora (pausa) mmmmm...García.

-Muchas gracias, no lo dude que en un ratito se lo mando.

Clic.

google se muerde la cola

Hace unas semanas me quedé muerto de admiración financiera por lo que contaba un interesantísimo reportaje de Wired sobre una empresa llamada 'Demand Media'. Básicamente, Demand tiene un algoritmo que calcula qué términos son lo suficientemente buscados en Google como para generarle bastante dinero si crea un contenido bien posicionado que haga que la gente clique (¿se dice así, no?). El sistema genera miles de términos cada día, y Demand Media encarga miles de videos y de artículos cada día. Concretamente 2.000 videos y otros tantos artículos, cada día, sobre temas tan arcanos como lecciones para ponerse un casco de lacrosse o remar en un kayak. Por cierto, por cada uno de estos vídeos paga 20 dólares a su autor. Resultado, esos vídeos son de una calidad más bien discutible.

Pero en los últimos días está abriéndose un debate muy ruidoso sobre el final del contenido de calidad y el principio del fast content, que como dice M Arrington, es muy parecido al del fast food: barato, fácil, y en último término, malo para la salud.

¿Y qué tiene esto que ver con Google, me preguntaréis? Pues mucho: los productores de contenido basura cogen cosas que otros escriben, o simplemente las partes claves que otros buscan, y los reescriben con textos y contenidos de pésima calidad y que cambian cada cierto tiempo para que Google los indexe bien, y llenan el buscador con esa mugre.

Como es una mugre que está pensada exclusivamente con un fin, llenar los primeros resultados de búsqueda de Google, con lo que finalmente consigues que los primeros muchos resultados de tu búsqueda son en realidad poco más que anuncios disfrazados. 

En España quizás pasa menos pero ¿no os parece que cada vez que buscáis algún término aunque sólo sea relativamente comercial, os encontráis con unos resultados cada vez más malos?

La solución, claro está, pasa por el marketing social, por encontrar la posibilidad de que gente de verdad, con gustos más o menos claros, sean quienes nos ayudan a discriminar. Eso, o empezar a pagar cada vez que queramos saber alguna cosa desde un punto de vista realmente imparcial.

hace dos semanas se batió el record de recaudación en cines.

pues si, la industria del cine, desangrada por culpa de la piratería en internet, vacía de espectadores que se pasan el día viendo películas robadas en sus casas, lleva unas cuantas semanas batiendo récords de taquilla según cuentan en boxoffice.es. Y además no se debe exclusivamente a los vampiros americanos, sino que Spanish Movie, Planet 51 y Celda 211 se están batiendo el cobre por los primeros puestos.

Así que la verdad, cada vez siento menos pena por la industria del cine y de la música, que me temo que en realidad está usando cifras, contadas como les da la gana, para justificar el lloro ante el Estado a ver qué cae y los despidos de la gente que trabaja para ellos y su paso al modo eventual que por otro lado a unos cuantos de ellos les va a venir estupendamente aunque ahora no lo piensen.